皇家华人

HAGA CLIC AQU脥 PARA CONCERTAR UNA CITA

Noticias

Un residente de Throop considera que la visita de vacunaci贸n le ha salvado la vida


Linda de Throop

Linda Marhelski lleg贸 al lugar equivocado en el momento adecuado para que le detectaran una presi贸n arterial peligrosamente alta

La loca carrera de Linda Marhelski para vacunarse contra el COVID-19 la llev贸 al Centro Wright para la Salud de la Comunidad, un giro del destino al que atribuye haber salvado su vida.

La residente de Throop lleg贸 a nuestra Consulta de Mid Valley en Jermyn, ansiosa por recibir la nueva vacuna contra el coronavirus que les proteger铆a a ella y a su familia, especialmente a su marido, cuyo reciente ataque de neumon铆a les ten铆a preocupados a ambos. A Linda le molestaba la cabeza 煤ltimamente; lo atribuy贸 a la tensi贸n. Quiz谩s al estr茅s de la pandemia.

Pero cuando Linda se sent贸 en la sala de exploraci贸n a mediados de marzo -y se le tomaron las constantes vitales antes de la esperada inyecci贸n-, un profesional le dijo la lectura de su presi贸n arterial: un alarmantemente alto "212 sobre 97".

Un nivel de presi贸n arterial en esa categor铆a se帽ala una "crisis hipertensiva" e indica que el paciente debe ponerse en contacto inmediatamente con un m茅dico para evaluar la situaci贸n antes de que derive en una emergencia m茅dica como un accidente cerebrovascular.

"Si hubiera ido a vacunarme a otro sitio, donde no me tomaran la tensi贸n, y luego hubiera salido a pasear", dice, "hoy podr铆a estar muerta".

Linda no se dio cuenta de ello hasta m谩s tarde. Como era la primera vez que acud铆a al Centro Wright, no ten铆a la costumbre de visitar la consulta de su m茅dico ni de autocontrolar su tensi贸n arterial. Por eso, cuando escuch贸 el n煤mero 212, no le pareci贸 una se帽al de alarma. (Su hipertensi贸n hab铆a sido diagnosticada previamente, pero hab铆a estado tomando medicaci贸n para ella y cre铆a que estaba controlada).

El d铆a en que se detect贸 su problema en la sala de ex谩menes del Centro Wright, Linda fue vigilada de cerca hasta que su presi贸n disminuy贸. Pudo recibir la vacuna COVID. Y dice que se march贸 con una receta para un segundo medicamento para reducir la presi贸n arterial, instrucciones para tomar la primera p铆ldora lo antes posible y orientaci贸n para hacer un seguimiento r谩pido con su propio m茅dico de familia.

Pronto qued贸 claro para Linda que su enfermedad, si no se trataba, podr铆a haber dado lugar a una afecci贸n discapacitante o incluso a un ataque card铆aco o un derrame cerebral mortales. Cuando volvi贸 al Centro Wright unas semanas despu茅s para recibir su segunda dosis de la vacuna, no pudo contener su gratitud. Le dijo al equipo asistencial: "隆Me hab茅is salvado la vida!".

Su agradecimiento y su alivio se agravaron cuando se puso la segunda inyecci贸n, experimentando s贸lo un dolor en el brazo mientras se reforzaba su inmunidad contra el virus COVID-19. Hasta entonces, la pandemia hab铆a sido especialmente angustiosa para Linda y su marido, Walter Marhelski, veterano de la guerra de Vietnam.聽聽聽

Walter se enfrenta a problemas card铆acos y pulmonares que atribuye a la exposici贸n a sustancias qu铆micas mientras serv铆a en el extranjero. El nativo de Old Forge desarroll贸 una neumon铆a y aterriz贸 en un hospital de la zona en enero de 2020. S贸lo unas semanas despu茅s, cuando comenz贸 el brote de coronavirus en el noreste de Pensilvania, le aconsejaron que saliera del centro de rehabilitaci贸n y se quedara en casa para evitar cualquier posibilidad de infecci贸n. "Dijeron que si se contagiaba del virus, no sobrevivir铆a", recuerda Linda.

La pareja se tom贸 en serio las advertencias sanitarias y se atrincher贸, siguiendo las directrices de seguridad sobre el lavado de manos, la desinfecci贸n, el enmascaramiento y el distanciamiento social. "Ella no dejaba que el cartero se acercara a menos de 10 metros del buz贸n", dice Walter, riendo.

Consciente de la vulnerabilidad de su marido, Linda hizo todo lo posible en esos primeros d铆as para protegerlo. Cada vez que hac铆a la compra, volv铆a a casa, se duchaba y se pon铆a ropa limpia. "Incluso limpiaba el correo y todo lo dem谩s", dice. "Ten铆amos miedo".

A finales de a帽o, cuando las nuevas vacunas COVID-19 estaban disponibles, Linda y Walter estaban listos para ponerse manos a la obra. "No pod铆amos esperar a vacunarnos", dice ella.

Pero la temprana demanda de las vacunas hizo que pareciera imposible conseguir una cita. Walter acab贸 recibiendo la vacuna a trav茅s del Centro M茅dico de Veteranos. Para intentar que Linda tambi茅n se vacunara, hizo llamadas telef贸nicas y visit贸 sitios web de una lista exhaustiva de lugares: m煤ltiples cadenas de farmacias y farmacias independientes, el centro de llamadas 2-1-1 de la regi贸n e incluso los Centros para el Control y la Prevenci贸n de Enfermedades (CDC). No hubo suerte; no consigui贸 m谩s que las listas de espera.

Finalmente, la pareja se enter贸 de que las vacunas estaban disponibles en el Centro Wright. "Despu茅s de llamar", dice Linda, "no tuve que esperar mucho antes de mi cita. Fue r谩pido".

Durante la mayor parte de la vida adulta de Linda, la antigua empleada del Inn at Nichols Village cuid贸 de las personas m谩s cercanas a ella, incluidos hijos y nietos, sin prestar demasiada atenci贸n a su propia salud. Su oportuna visita al Centro Wright fue una llamada de atenci贸n.

Ahora Linda se toma la tensi贸n de forma rutinaria en casa, dice. Tiene una cita en su calendario para volver a ver a su m茅dico. Y sabe que si experimenta alg煤n s铆ntoma inusual o tiene alguna preocupaci贸n, las instrucciones de la consulta de su m茅dico son claras: ll谩menos. No espere.

Estamos orgullosos de ser miembros de